SABIDO ES
Sabido es. El vacío no ocupa lugar y tu ausencia, me lleno de tristeza los ojos y las manos.
Sabido
es. La sombra vive por aquello que existe y tu ausencia, oscureció mi voz y los suspiros.
NO SUPO DE MIS MANOS
Él nunca supo de mis manos. No conoció la canción que por él escribieron; la misma que jugaron tantas veces, haciendo
rondas, entre las cuerdas de mi guitarra; en preludio a sonrisas que perdieron su rumbo. No supo si eran tibias
y otorgaban sustento, ni verlas remontando barriletes, ni tantas otras cosas. Apenas, alguna vez, que se desperezaba, pudo
haberlas sentido detrás del primer pétalo, cuando todo era espera.
LATIDOS
Aún no dan las seis, amanece lloviendo detrás del ventanal. A estas horas, con huellas de silencios ardiendo, la
lluvia no hace más que regar las ausencias, al golpear los cristales con pertinaz empeño. Mis ojos se acurrucan en
cierto punto abstracto, como buscando el eco de un latido inconcluso. No estrechan las distancias los pasos
del recuerdo.
HUELLAS DE ABRIL
El paisaje está intacto como si el tiempo hubiera vivido en un letargo y de ese modo, nada se viera erosionado.
Las
huellas permanecen en un sendero donde la espera se hace dueña.
Los puntos sobre un mapa no siempre han sido
luces de una misma guirnalda. Pero nada está escrito definitivamente cuando el amor es parte.
Tal como
el horizonte la verdad no es un sueño a pesar que nos pueda parecer muy lejana. Hay destellos que alientan a
seguir el camino aunque la niebla intente ensombrecer tal brillo.
DAGAS
Se ha instalado en mi andar cierta tristeza cual resabio de angustias conocidas y me lleva a pasear a una frontera poblada
de preguntas sin respuestas.
El por qué puede ser como una daga que ajena a la piedad luce su filo y juega en
la certeza de que cuenta con la complicidad de mil incógnitas.
Aunque mis labios intenten otras voces y el pensar
se refugie en otra excusa, se ha instalado en mi andar cierta tristeza y no supe advertirlo ni evitarla.
QUIEN SOS
Escondida en un gesto en un cielo de lluvias en el decir destierro en la copa que espera en la puerta entreabierta en
las horas sin eco
en la monotonía de un remanso que atrapa los atisbos de dicha
en todos los lugares
El
olvido sabe quién sos.
MIRAR EL MAR
Dichosos quienes pueden sentarse frente al mar bajo la luna a contemplar el brillo que mece entre las olas su
misterio
y dejar que los sueños se hagan ola también y viajen al confín de los recuerdos para abrazar aquello que
pretendió brotar sobre un desierto.
TE IMAGINO
Te imagino bordeando la diadema de espumas con los ojos posados en un punto sin nombre mientras murmura el
mar las voces que conoces y el alma se te inflama de sales y nostalgias.
Te imagino tejiendo un tapiz con
tus sueños para cubrir las horas que supieron dañarte y al mismo tiempo andar librando una sonrisa para que
las gaviotas la lleven donde saben.
EL DIA DE HOY
Es el de hoy un día tan bello tan diáfano y sereno, que sería una pena no beberlo a sorbitos de dicha y si
no fuera que la dicha acompañe nuestros pasos, procurar pues que sirva como tibia caricia que la vida nos deja
en las esperas.
Es el de hoy un día tan bello tan único que pienso debería, agradecer el don de estar despierto con
la capacidad de sorprenderme intacta, a pesar de tantas sombras.
DARSE CUENTA (Marzo '20)
Tal vez, acostumbrados
a la monotonía de la diaria rutina
con altibajos, claro,
pero con la confianza
en algún viejo mapa,
para vadear la vida
sin mayores espantos.
Tal vez, por eso digo,
vamos sin mamelucos
ni mayores recaudos,
tozudos signatarios
de lo que nos parezca.
Tal vez por eso, acaso,
resulta más severo
despertar en lo incierto,
magullarse los ojos
y el alma ante la pena,
ver qué pequeños somos,
mariscales de un campo
sembrado con misterios.
Pero, tal vez por eso,
así nos demos cuenta
de la premura cierta
de abrirnos al recaudo,
de entender que es preciso
pensar en el nosotros,
que no habrá parapetos
inviolables al miedo.
Tal vez por eso, pienso,
mi pequeña tutela
sumándose a la ajena,
es lo poco que queda
para brindar pelea.
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